viernes, 9 de marzo de 2012

Europa: de la crisis económica a la xenofobia

Europa: de la crisis económica a la xenofobia…



Por estos días comparecimos a un curioso debate que tiene como eje la temática del racismo en el fútbol europeo y parte tal disputa de los presuntos dichos que han sido catalogados como “racistas” del jugador uruguayo Luis Suárez hacia el franco-senegalés Patrice Evra en el marco de una discusión “privada” que ambos futbolistas sostuvieron en un partido de la liga inglesa. El asunto pasó a la Federación Inglesa de Fútbol (FA) y el futbolista uruguayo recibió un duro castigo “ejemplarizante” que implicó además de la suspensión por varias fechas, una multa económica.

Por: Horacio Acuña[i]


Para los que miran las cuestiones desde una óptica más amplia, el problema pudiera no pasar necesariamente por el punto “crucial” de reconocer y afirmar si el sudamericano Suárez es racista o no.  Varias podrían ser las puntas de interpretación a esta trama, desde el temor a un complot en contra de la estrella ascendente de la selección de futbol uruguaya, hasta pretender que lo que sucede hoy a la figura del mundial y la copa América de nuestra selección es en venganza por “aquella mano” contra Ghana.

No somos oscurantistas y pretendemos no ser psicóticos. Pretendemos aportar un punto de vista y ser sensatos a la hora de exponerlo.

Parece que a la fecha Europa tiene índices de paro históricos, y de parte de sectores sociales que ven afectados sus “pábulos” crece la intolerancia hacia el extranjero que habita en el continente y  se pide desde aquellos “protección” a lo que “es de” y se produce en Europa.

“La crisis del euro se ha extendido hasta tal punto que ya no solo sufren lo tres peores alumnos -los intervenidos Grecia, Irlanda y Portugal-, ni los dos que se suelen apuntar como siguientes en la lista -Italia y España-. El contagio ha llegado a Estados del mismo corazón de la UE, como Francia y Bélgica, ambos en niveles récord desde el nacimiento del euro”.[ii]

A mediados del año pasado los países más fuertes de la UE sufrieron duramente los embates de una crisis económico financiera que viene arrastrando al mundo desde el 2007. A principios de ese año el mercado inmobiliario estadounidense se desplomó y muchos clientes dejaron de pagar sus créditos inmobiliarios en los bancos pues pagaban por sus casas más de lo que valían en la actualidad. Esto generó una enorme burbuja especulativa ligada a los activos inmobiliarios que hizo quedar endeudado al “consumidor” que empezó, luego de perder solvencia, a perder su trabajo y sustento pues comenzaron a perderse por miles y miles los puestos de trabajo en el mundo industrializado.

De esta debacle no han logrado –y todo parece indicar que no lo harán por lo menos a corto y mediano plazo- zafarse los principales países industriales de la vieja Europa, tal es el caso de Gran Bretaña.

“La crisis social estalló en Francia hace dos años, ahora la tenemos en pleno vigor en Inglaterra y se va a reproducir en muchos países europeos y también Estados Unidos. Es una consecuencia de la crisis financiera de 2008 que desembocó en una fuerte crisis económica, en una crisis política que va barriendo a un gobierno tras otro y que ahora ha saltado a muchas calles occidentales.”

“En agosto de 2011 Tottenham, Hackney y otros distritos londinenses en los que había “prendido la hoguera de la protesta” eran lugares inhóspitos y sin esperanza de poder construir una vida digna para la mayoría de los jóvenes.”

“Inglaterra fue el país que se avanzó en la implantación del estado del bienestar al terminar la Guerra Mundial. Y también fue el primero en desmantelarlo hace treinta años cuando Margaret Thatcher se inventó el concepto del capitalismo popular que pretendía adelgazar el estado hasta allí donde fuera posible.”

“El resultado ha sido, en Estados Unidos, en Inglaterra y en la Europa continental, el abandono de la política social para que allí donde no llegara el mercado fuera el Estado el que se encargara de resolver los problemas más urgentes de una sociedad”.[iii]

En Europa se ha colocado un nuevo factor de “calidad” a los estándares con que se mide el valor del producto; a los tradicionales patrones (precio, renta, ahorro, calidad) le ha agregado el agente “Europa”, es decir que ahora el nacionalismo comienza a primar como factor decisivo en la cadena oferta-demanda en lo que respecta a las variables diversas del intercambio social en el plano económico. Y esto poco a poco comienza a extender su influencia y contamina a todos los demás niveles de intercambio social.

Cuando el conservadurismo renace la culpa siempre es del extranjero que viene a “quitarnos EL TRABAJO”. Para un europeo tipo medio que ha visto realmente afectado su modo de vida, el inmigrante es el “chivo expiatorio” de toda esa situación. Cuando aumenta el paro, el racismo y la xenofobia aumentan.

Además el fenómeno se ve abonado por la acción de los medios masivos de comunicación que amplifican y multiplican las noticias sobre el racismo. Allí el terreno se convierte en un verdadero caldo de cultivo que provee de las condiciones perfectas para que los movimientos “ultra” -que siempre están en estado latente- resurjan desde debajo de las sombras donde dormían. El ultranacionalismo, la ultraderecha, los grupos neonazis, ganan terreno y lo hacen en gran proporción entre los más jóvenes, quienes son los más golpeados por la crisis.

Estamos entonces en ese punto crucial donde es la propia humanidad la que entra en crisis. Y “el otro”, el diferente a mí, comienza a representárseme como una amenaza y un peligro latente. Se deshumaniza el otro y se deshumaniza la acción racista y xenofóbica, por lo tanto el racista no dialoga, simplemente te quita la vida.

Al amplificar y multiplicar noticias e información que vincula al inmigrante como actor protagónico de la inseguridad en Europa, los medios de comunicación instauran un modo de ver el problema de la inmigración. Esto está afectando el modo en que las capas más jóvenes de la sociedad están viendo el problema:

 “La mitad de los escolares españoles tiene una valoración negativa de la inmigración y los latinos se sitúan por primera vez en niveles altos de discriminación: un 24,7% de los entrevistados afirma que les echaría de España, concluye la encuesta escolar de 2008 sobre Actitudes ante la inmigración y cambio de valores del Centro de Estudios sobre Migraciones y Racismo de la Universidad Complutense de Madrid.” [iv]



En tal sentido, y quizá a consecuencia de lo anterior, se calcula que en España existen más de diez  grupos skinhead, la mayoría perteneciente a la golpeada clase trabajadora, son ultranacionalistas y peligrosamente organizados, incluso en la agresión son organizados.



“Sudaca de mierda”

“Los inmigrantes van a ser el chivo expiatorio en esta obscena crisis, como revelan los últimos datos del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas de España), en los que la mayoría de los españoles dirigen su mirada reprobatoria a quienes vinieron a buscar una oportunidad para encontrar una vida digna en su huida de la miseria”.

“Mientras tanto, la acción política e institucional para impedir el crecimiento de la xenofobia es indolente en toda Europa. En España, el Defensor del Pueblo advertía recientemente del crecimiento del racismo y el Observatorio de la Convivencia Escolar constataba un aumento de la intolerancia adolescente hacia inmigrantes, gitanos y judíos.”[v] 

En el FUTBOL, la más popular y masiva de las expresiones deportivas del viejo continente y donde se depositan muchas de las expectativas de una sociedad en permanente excitación y ansiedad a raíz de esa descomunal crisis económica estructural que socava las mejores tradiciones de las relaciones sociales, comienzan a pulular los casos de futbolistas extranjeros (extra-continente europeo) que sufren el abuso de tribunales que actúan con dualidad de criterios e hipocresía y que se toman atribuciones fiscales muy fuertes metiéndoles las manos en los bolsillos a profesionales latinos de gran prestigio  -Caso Tevez tuvo algo de xenofobia inglesa, dice Ardiles-[vi].

“El caso Suárez ha calado hondo en los hinchas de los "Red Devils" que acusan a la FA de tener su propia xenofobia al, a su entender, acusar rápidamente a Suárez sin pruebas pero demorar el caso contra John Terry cuando existe evidencia de que el capitán inglés tuvo una actitud racista contra Anton Ferdinand del QPR. El caso de Terry, de hecho, está siendo investigado por la Policía.”[vii]

La cuestión no se discute en cuanto a problema de orden ético, a nadie parece importarle el sentido de esa acción en sí, para los medios masivos la complicación es si Suárez le ha negado la mano o no al franco-senegalés. El asunto es que en una sociedad que tiene graves problemas para identificar al “prójimo” pues no reconoce al diferente, el acto ha sido leído como un episodio de intolerancia más que se agrega a la larga lista que atraviesa a toda una sociedad y hasta diríamos a una civilización, una acción –la de Suárez- que deja en “orsay” a todo el mundo. En una liga de fútbol inglesa que se sustenta en la hipocresía y el manejo mediático de la imagen, el delantero uruguayo ha negado la posibilidad de continuar con la farsa que sustenta el libreto del sistema. A los ojos de la flemática moral británica, Suárez no es culpabilizable ni condenable por sustentar sus propios códigos, es culpado e incinerado por actuar como un offsider del sistema, pues hubiese sido más propicio actuar como lo ha hecho tradicionalmente la potencia colonial desde el fondo mismo de su historia: te doy la mano y luego un garrotazo a traición.

Este joven deportista uruguayo -latino por más señas-, que se ha erigido de pronto como “modelo” para los más jóvenes, faltándole el respeto a las más recias defensas del conservador futbol inglés, este bad boy –para seguirle el juego a la prensa británica-  es el prototipo del indeseable en una sociedad en crisis que pretende continuar con la farsa. Mala época para hombres como Suárez esta en la gran isla; los mercaderes de la moral están intentando sostener el statu quo y es prioridad de clase “Alfa A 1” disciplinar a los “desalineados”. Sir Alex Ferguson, el archibritánico  técnico se eleva como una de esas voces ultraconservadoras que claman moral y piden el ejemplo, claro que esa moral es la de los “señores” y por lo tanto no se aplica exactamente en los mismos términos para sí mismos; es en otras palabras una “doble moral”, que se les ha convertido en un arma de “doble filo”[viii].





[i] Profesor de Literatura, comunicador.